miércoles, 10 de noviembre de 2010

A caballo!

Luz (que trabaja con Mamá) nos venía invitando hace rato para que vayamos a la chacra que sus papás tienen en las afueras de la ciudad, asi yo podía ver los animales y chivear un rato.

Finalmente el otro domingo partimos: todos nosotros y Luz que nos tenía que hacer de guía para llegar. Estuvo buenísimo: ví un montón de "bichos" que solamente conocía por fotos o por la tele.

Perseguí unos patos, los gansos nos miraban feo, había unas "vacas-bebé" (me interesó mucho la caca de las mismas, muy pintoresca). También vimos gallinas y el papá de Luz tenía unos pollitos chiquitos en una jaula, los pobres habrán quedado un poco estresados, pero me salí con la mía y logré meter un dedito y tocarlo a uno, por lo menos. Además: un conejo enorme y una tortuga grandota en un tambor de agua.

Pero lo más interesante del tema vino después: un chico que trabaja en la chacra vino a caballo hasta donde estábamos nosotros y le dijo a Papá que se suba, le dió unas instrucciones (Nota del padre: según mis cálculos, hacían al menos 25 años que no me subía a un caballo. El último fue uno de los pacientes petisos de La Violeta, la estancia de la familia de mi mamá, en unas vacaciones de verano) y Papá dió unas vueltas solo, antes de venir a buscarme.

Lo que puedan pensar que dudé antes de subirme al caballo, es porque no me conocen. No me terminaron de invitar y ya estaba arriba, prendida de "los pelitos" del caballo. Anduvimos y anduvimos un buen rato viendo teros, liebres y vacas. Lo primero que aprendí es que para que el caballo arranque hay que hacer un ruido con la boca, como tirarle besos. Me pareció muy divertido, asi que a cada ratito le hacía un poco de ruido al caballo, no sea cosa que se detenga,que nos estábamos divirtiendo tanto con Papá.

Acá están las fotos de nuestro paseo, también está Octavio que no anduvo a caballo pero estaba muerto de risa igual.







4 comentarios:

Anónimo dijo...

Que pinta de salvaje que tiene ese caballo!
No quiero pensar que Octavio se esté riendo de los jinetes....
Abuelo Carlos

Anónimo dijo...

Primo: aflojá el cuerpo (como dice el tío Víctor)... ¿Hace cuánto que no andás a caballo?
Beso para todos.
Clarisa

Anónimo dijo...

Cuñado!!! no conocia esas habilidades tuyas de jinete... epa!!!! Te dire que si no hubieras aclarado de que hacia tanto que no andabas a caballo nadie se hubiera dado cuenta, estan los dos como que ese es su medio de transporte diario. Y la foto de Octavio esta para morir que lindooooooooooo.
Un beso grande a la jineta Juli (le falta el sombrero,no?)para Octavio y los papisss
Chauuuuuu

MJose

Monin dijo...

Octavio es muy hermoso!!
Y la Juli también pero eso ya lo había dicho no?
Me encantan las historias...
Besos y saludos,